El desafío era consolidar el liderazgo de Gourmet en “Caldos en Polvo” y posicionar el nuevo Caldo de Gallina. Para lograrlo, nos apropiamos de la gallina como símbolo central, haciendo de ella el elemento de recordación más fuerte.
La propuesta gráfica y comunicacional fue moderna, entretenida y cercana. El resultado: un caldo tan bueno que hasta las gallinas de la cocina están celosas, logrando diferenciarnos y reforzar el posicionamiento de la marca.